Icelandic Met Office, hizo saber en su última actualización que, la erupción iniciada en la fila del cráter Sundhnúksgígar el 18 de diciembre con una fuerza considerable, y el período de advertencia fue corto. Pasaron alrededor de 90 minutos desde los primeros signos de sismicidad hasta que principió la erupción, que se produjo en la intrusión de magma el 10 de noviembre. Lo más probable es que el magma provenga de debajo de Svartsengi, donde la tierra se ha elevado repetidamente desde 2020.
En las últimas 24 horas, la mayor actividad de la erupción se ha mantenido en torno a la mitad de la fisura abierta desde el 18 de diciembre. La actividad sísmica ha sido relativamente constante y ha habido pocos cambios en la deformación desde que comenzó la erupción. Teniendo esto en cuenta, la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) evalúa que la probabilidad de que se forme una nueva erupción sin previo aviso cerca de Grindavík ha disminuido. Por ello, la OMI ha publicado un nuevo mapa de evaluación de peligros que entrará en vigor mañana jueves 21 de diciembre a las 7:00 UTC. El mapa de evaluación de peligros es válido hasta el 28 de diciembre. Cabe señalar que, aunque la probabilidad de formación de respiraderos en la zona 4 ha disminuido, el nivel de peligro en esa zona se considera considerable. A pesar de que la actividad ha disminuido desde que comenzó la erupción, la intensidad de la erupción sigue siendo significativa y comparable a las erupciones en Fagradalsfjall. También se ha demostrado que el magma puede llegar a la superficie rápidamente, dejando poco tiempo para emitir alertas.
Debido a la erupción volcánica que comenzó en la fila del cráter Sundhnúksgígar el 18 de diciembre, existe una mayor probabilidad de que se abran más respiraderos en la fisura original. Teniendo en cuenta el repentino inicio de la erupción en Sundhnúksgígar, el tiempo de advertencia para la apertura de nuevas fisuras podría ser muy corto.
