Fotografía de Kensington Royal
Carlos III, rey de Gran Bretaña, fue dado de alta de un hospital en Londres después haberse sometido a un tratamiento por un agrandamiento de la próstata. En este respecto, el Palacio de Buckingham precisó que el monarca de 75 años, había dejado el hospital y sus próximos compromisos públicos habían sido reprogramados con el firme objetivo de dar lugar a un lapso privado de recuperación. De igual modo, se hizo extensivo el agradecimiento al cuerpo médico y todas las partes inmiscuidas en el apoyo hospitalario, además, destacaron la recepción de los amables mensajes durante estos últimos días.
El rey pasó tres noches en la Clínica de Londres, hospital privado en las inmediaciones de Regent’s Park, por su parte, la reina Camila, quien ha visito a su esposo diariamente, estuvo a su lado cuando partió el lunes, dijo con antelación que su esposo estaba «bien» y «ansioso por retornar al trabajo».
La salida del rey se origina horas después de que el Palacio de Kensington hiciera saber que Catalina (Kate Middleton), princesa de Gales, había abandonado el mismo hospital privado; y, regresó a su casa en Windsor para seguir recuperándose de una cirugía abdominal.
Un portavoz del Palacio de Kensington, dijo que Catalina está «teniendo un buen progreso»; y que, tanto ella como su esposo, el príncipe Guillermo, exhibían profundo agradecimiento con el personal del hospital por la atención recibida. «La familia de Wales, continúa agradecida por los buenos deseos recibidos de todo el mundo», añadió el portavoz.
