La patinadora de Países Bajos ha subido a lo más alto del podio, seguida por Francesca Lollobrigida (Italia) e Isabelle Weidemann, quien ha logrado la medalla 200 de Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno.
«Cuando todo está bajo control, estás yendo demasiado despacio».
Ese es el mantra de Irene Schouten y lo contrario a lo que ha demostrado en la final femenina de 3.000m. La patinadora de Países Bajos ha conseguido el oro olímpico en la final femenina de 3.000 metros femeninos de patinaje de velocidad en este 5 de febrero de 2022, en el día 1 de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, en el Óvalo Nacional de Patinaje de Velocidad de Pekín.
Y lo ha logrado con récord olímpico, gracias a un tiempo de 3:56.93. Un récord que llevaba vigente exactamente 20 años (3:57.30).
Le han acompañado en el podio Francesca Lollobrigida, de Italia, quien además ha sido su pareja en la última carrera del evento. Con su plata (3:58.06), se ha convertido en la primera mujer italiana en lograr una medalla en patinaje de velocidad.
La canadiense Isabelle Weidemann, que, con un tiempo de 3:58.64, se ha hecho con el bronce, se ha subido al primer podio olímpico en su carrera. Pero también ha llenado de orgullo a su nación, al lograr la medalla 200 de un atleta canadiense en los Juegos Olímpicos de Invierno.
«Había mucha presión sobre mí y sobre los Países Bajos, así que estoy feliz de haberlo conseguido. Estaba en la pareja final y ves a todas las chicas corriendo; corriendo muy deprisa…», ha dicho en zona mixta Schouten.
«Hace cuatro años no me clasifiqué [en esta distancia], así que quería esto. Cuando era más joven, ganar el oro olímpico era mi gran sueño. ¡Y ahora lo tengo!», ha proseguido la campeona olímpica, que, con esta, ha logrado su segunda presea olímpica, tras su bronce en salida masiva en PyeongChang 2018.
