24 de marzo de 1996 cayó derrotado el equipo de Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) frente a su acérrimo rival; Monterrey, derivado de lo anterior, matemáticamente se decretó el descenso felino a la Primera División «A» del fútbol mexicano. Desde aquella ocasión se le denominó a este cotejo el «Clásico del Descenso». Por si no hubiese sido bastante la frustración de la derrota frente al odiado oponente, su rival directo por la permanencia en el máximo circuito del balompié nacional; Club Atlético Morelia, equipo que conservó su estadía en la máxima categoría del fútbol mexicano sin importar el resultado de los Tigres, puesto que resultaron victoriosos de su emparejamiento contra los Tiburones Rojos del Veracruz.
El Estadio Universitario exhibió dos semblantes totalmente opuestos en ambas hinchadas al escucharse el silbatazo final, sobre todo por que a las «caras largas» de jugadores e hinchas de la UALN, les acompñó el sonido local con la canción «Se Fue» de la súper estrella italiana del pop; Laura Pausini, pieza insignia, que la diva dio a conocer en 1994, cuando lanzó al mercado su primer material discográfico en español.
26 años han transcurrido; y esa canción sigue retumbando en hinchadas de Tigres y Monterrey, hoy se vuelve a traer al presente aquel emparejamiento entre ambos elencos, al menos hasta hoy, resulta desconocido cuando dejará de mencionarse a Laura Pausini con «Se Fue» cada 24 de marzo en tierras regiomontanas. “Se fue, me quedó sólo su veneno; se fue, y mi amor se cubrió de hielo; se fue, y la vida con él se me fue; se fue, y desde entonces ya sólo tengo lagrimas…”
