Héctor Bonilla, histrión inmenso y un ciudadano ejemplar

Gobierno

 

 

  • Deja un vació en su familia, en la comunidad artística y en el pueblo de México, afirmó la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero
  • En la ceremonia, su esposa Sofía Álvarez y sus hijos Sergio y Fernando Bonilla compartieron decenas de anécdotas 

 

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Cultura y su Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), rindió, en conjunto con la familia Bonilla, un homenaje póstumo al actor Héctor Bonilla (1939-2022) en el Palacio de Bellas Artes, donde familiares, colegas, autoridades y amigos reconocieron su invaluable legado en las artes escénicas del país.

Tras depositar la urna en el centro de la plancha negra del vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, este lunes 28 de noviembre, se escuchó un minuto de aplausos y luego otro minuto de silencio para dar inicio a una ceremonia acompañada de anécdotas e historias, pero sobre todo de momentos alegres, pues cada minuto fue dedicado a Héctor Bonilla, hombre alegre, amistoso y justo.

La secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, luego de transmitir el abrazo sincero y cariñoso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó que Héctor Bonilla “con su alegre dulzura nos suavizó la vida y también la muerte, su talento merece el homenaje que hoy le rendimos aquí en el principal recinto de las artes de México, porque su legado no acaba con su partida, fue actor excepcional, dramaturgo, director, productor, gestor, líder gremial, pero sobre todo fue un maestro de oficio y ejemplo de vida para varias generaciones”.

Héctor Bonilla, dijo, fue mucho más que un gran actor, fue un líder natural, profesional, intachable, que pasaba de la teoría a la acción sin dudarlo; amigo solidario, generoso, preocupado siempre por el prójimo, fue un histrión inmenso y un ciudadano ejemplar.

Acompañada de la familia del actor, productor y exlegislador, la titular de Cultura federal refirió que el vacío que deja en esta familia es el vacío también que deja en la comunidad artística y en el pueblo de México. “Tanto lo quisimos, solo lo amansa ese dolor su pacífica partida, rodeada de sus quereres más profundos”.

Al rememorar la trayectoria de Héctor Bonilla, mencionó que como buen artista y sobre todo con más de medio siglo de carrera “lo recordaremos a través de su obra, queda en sus películas, en su trabajo en televisión, en el teatro, en su voz inmortalizada, en la narración de obras entrañables y en sus enseñanzas a generaciones.

“Héctor queda en la memoria de todos los que le seguimos aplaudiendo sin cesar. Gracias Héctor, además de todo, por tu enorme congruencia ideológica, por tu compromiso y responsabilidad como un creador del pueblo y para el pueblo. Aquí te despedimos, en el mayor recinto de la cultura del país, el Palacio de Bellas Artes, pero aquí también te reencontramos en tu memoria eterna, que viva para siempre Héctor Bonilla entre nosotros”, agregó Frausto Guerrero, quien estuvo acompañada de la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López.

Anécdotas, aplausos y alegrías

En una lectura a tres voces. la actriz Sofía Álvarez, esposa de Héctor Bonilla, y sus hijos Sergio y Fernando, compartieron momentos agradables, sus gustos, narraron episodios de la vida cotidiana, artística, de quien reivindicó con su trabajo actoral, social y político muchas de las luchas ciudadanas.

Revivieron las predilecciones que tenía, como su pasión por el futbol, sus equipos afines, el gusto por la comida mexicana, sus lecturas o la música clásica que gustaba al encerrarse en su estudio, rememoraron incluso su filias políticas.

Posteriormente, tomaron la palabra Demián Bichir, Sergio Corona y Damián Alcázar, entre otros actores y actrices quienes compartieron algunos momentos agradables con el maestro, el amigo, el compañero, mientras la fila que amigos, colegas y seguidores realizaron en el Palacio de Bellas Artes para despedir al histrión avanzaba en forma constante.

Desde las 14:30 horas, el Palacio de Bellas Artes recibió a estudiantes de teatro, colegas, admiradores del actor protagonista en cintas como El bulto, de la comedia El diluvio que viene”, o de Coco, para dar el adiós a uno de los grandes de los escenarios.

Rostros tristes que pasaron frente a la monumental fotografía del actor para detenerse ante la urna unos segundos y recordar su voz en algunos de los personajes animados a los que dio vida, como Django en la cinta Ratatouille, Dr. Sid en Final Fantasy, o quizá Oscar y Felipe Rivera, en Coco, entre otras.

En un trabajo conjunto de la Secretaría de Cultura y el Inbal con instituciones hermanas (Canal 22, Cineteca Nacional, Centro Cultural Tijuana, Cenart, entre otras) se dio cobertura a la ceremonia, en la cual, como parte del homenaje participaron el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, dirigido por Carlos Aransay, al interpretar Sembrador Segador, poemas de Carlos Pellicer, con música de Arturo Valenzuela Remolina, en tanto que el Mariachi del Ballet Folklórico de México interpretó El adiós del soldadoUn puño de tierraRayando el sol, y Guitarras, lloren guitarras, entre otras.

La ceremonia concluyó tras el paso de cientos personas y con el video de la canción de su Testamento, carta dedicada a Sofía Álvarez, y a sus tres hijos.

50 años en los escenarios de México

 

Actor polifacético Héctor Hermilo Bonilla recibió un homenaje nacional en agosto de 2019 en el marco de los 50 años de trayectoria en el Teatro del Bosque Julio Castillo, actor que también estuvo nominado seis veces y ganó dos premios Ariel, además fue reconocido en este mismo año con un Ariel de Oro, galardón honorífico de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, por su gran trayectoria.

Una de sus primeras presentaciones en los escenarios fue, precisamente, en el Teatro del Bosque Julio Castillo, recinto donde la Secretaría de Cultura federal y el Inbal le hicieron entrega del reconocimiento Trayectorias notables de las artes en México (14 de agosto de 2019); además, obtuvo la Presea Cervantina, del Festival Internacional Cervantino, y el reconocimiento de Patrimonio Cultural Vivo de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Con la participación en 140 puestas en escena y en casi 100 producciones de cine, Héctor Bonilla es reconocido por su amplia trayectoria y legado en el arte escénico. Ingresó a la Escuela Nacional de Arte Teatral del Inbal, donde tuvo la guía de maestros como Alejandro Jodorowsky.

Su primera aparición en el cine fue en 1962 en la película Jóvenes y bellas, mientras que su debut en televisión lo hizo en 1967 en la telenovela La casa de las fieras.

El papel que lo dio a conocer a nivel internacional fue Humberto en la cinta Rojo amanecer, dirigida por Jorge Fons y en la que interpreta a un padre de familia en medio del conflicto del 2 de octubre de 1968. También actuó en la película El bulto, que trata de la matanza del 10 de junio de 1971.

El actor, quien también formó parte del Congreso Constituyente en la Ciudad de México en el año 2016, realizó trabajos de narración y doblaje, prestando su voz a personajes como Django, de la película de dibujos animados Ratatouille, así como a los tíos Óscar y Felipe de la cinta animada Coco.

En teatro destaca su actuación en las obras Zaratustra, de Jodorowsky; ¿Mi vida es mi vida?, de Brian Clark; Los argonautas, de Sergio Magaña; El extranjero, de Larry Shue, y Almacenados, de David Desola, así como las comedias musicales El diluvio que viene, de Pietro Garinei y Sandro Giovannini, y Sugar, de Peter Stone, Jule Styne y Bob Merrill, entre muchas otras.

Su incursión en la dirección de escena fue con la obra El tejedor de milagros, de Hugo Argüelles, labor elogiada por la crítica por su acertado manejo de situaciones y su imaginativa composición. Durante su carrera dirigió alrededor de 40 montajes.

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