- El Instituto, de la Secretaría de Cultura federal, es la instancia facultada por Ley para la protección de Monumentos Históricos
- El proyecto es impulsado por la SEDATU y cuenta con la revisión, análisis y asesoría de diversos especialistas del INAH
Respecto a la situación que guarda la Plaza Mayor o Zócalo del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Centro INAH Puebla, informan:
De conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, el INAH tiene, entre otras facultades, las de organizar, dirigir, supervisar y evaluar las acciones pertinentes para la debida protección, conservación, restauración, rehabilitación y recuperación del patrimonio histórico inmueble, en materia de expedición de autorizaciones, suspensiones de obras, así como la realización de visitas de inspección en trabajos que pretendan realizarse en Monumentos Históricos, en un inmueble colindante con un Monumento Histórico o en aquellos que se ubiquen dentro de los límites de alguna de las Zonas de Monumentos Históricos declaradas por el Ejecutivo Federal.
En ese sentido, el proyecto denominado Renovación del Zócalo de Puebla, impulsado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano federal como una acción de estudio y conservación para el Centro Histórico de la capital poblana, está siendo analizado por el Instituto, con la participación de especialistas en monumentos históricos, restauración, arqueología e historia, con el fin de garantizar la debida conservación, protección y rescate de los valores patrimoniales que residen en este espacio.
El INAH, como el organismo especializado en la preservación del patrimonio de la nación, está desarrollando un minucioso proceso de revisión, análisis y asesoría del proyecto, verificando que las diferentes acciones propuestas respeten la traza urbana histórica y valores de la Plaza Mayor de la ciudad de Puebla.
El INAH reitera que los elementos originales o históricos integrantes de la morfología física del Zócalo y su entorno, tales como el material constructivo para recubrimientos, además de las obras escultóricas y de ornato, tales como la Fuente de San Miguel, conjuntos escultóricos, macetones o pebeteros, placas y pedestales, bancas de fierro fundido y luminarios artísticos de varios modelos, entre otros, serán conservados en la obra.
Por ello mismo, el Instituto ha solicitado un escrupuloso registro notariado de los diferentes elementos antes señalados, incluyendo el mobiliario urbano contemporáneo, para constatar su control y protección.
Incluso las piezas de piso basáltico ─comúnmente denominadas como laja poblana─, las cuales fueron integradas a la plancha del Zócalo en diferentes momentos de la segunda mitad del siglo XX y algunas otras durante el XXI, están siendo registradas minuciosamente, procurando con ello la conservación de un material pétreo natural característico de la región y un elemento conformador de la imagen tradicional del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla.
En cuanto a la información circulante sobre la existencia de espacios subterráneos en el Zócalo, es necesario aclarar que estos se conocen desde hace tiempo y que algunos de ellos presentan materiales constructivos contemporáneos, por lo que durante el proceso de intervención del Zócalo se podrán llevar a cabo las exploraciones de estudio y análisis a través de los especialistas en arqueología que, en conjunto con los arquitectos y restauradores del Centro INAH Puebla, le darán el seguimiento a los trabajos de intervención en el espacio urbano.
El INAH agradece a los distintos órdenes de gobierno, en particular al Gobierno del estado de Puebla, y a diversos actores sociales, por el interés que siempre han mostrado a favor del patrimonio cultural.
La Secretaría de Cultura, el INAH y el Centro INAH Puebla reiteran su compromiso por sumar esfuerzos a favor de la conservación de los valores históricos inherentes al Centro Histórico de Puebla, sitio emblemático e invaluable tesoro de México, Patrimonio Cultural de la Humanidad.