«Fue una escena horrible cuando los hombres heridos pedían ayuda y los cadáveres estaban esparcidos a su alrededor», dijo el lunes aquí un hombre afgano herido, Mohammad Bakhsh.
Al recibir tratamiento médico en un hospital local, Bakhsh afirmó que iba a salir de Afganistán con el ejército estadounidense, pero el ataque terrorista en el aeropuerto había convertido su sueño en cenizas.
En un ataque terrorista mortal en el aeropuerto fortificado de Kabul el jueves por la noche, el cual, se atribuyó ISIS-K, un afiliado del grupo Estado Islámico activo en Afganistán; y, al menos 170 afganos y 13 soldados estadounidenses murieron y alrededor de 200 resultaron heridos.
«La ola de la explosión del ataque terrorista me arrojó a un canal de agua contaminada junto a la pared del aeropuerto», recordó Bakhsh.
El ataque sacudió el aeropuerto de Kabul en medio de la evacuación de soldados extranjeros y los afganos cooperaron con ellos durante los 20 años de presencia de las fuerzas lideradas por Estados Unidos en Afganistán.
Bakhsh es de la provincia central de Daykundi del país. Como docenas de afganos heridos, ha sido hospitalizado en un hospital local.
La misión de Estados Unidos, según el afgano herido, era «poner fin a la guerra, lograr la paz y la prosperidad en Afganistán». Sin embargo, dejaron al país devastado por la guerra en medio de «inestabilidad, pobreza extrema e incertidumbre».
Tras la toma de Kabul por los talibanes el 15 de agosto, Estados Unidos y las naciones aliadas comenzaron a retirar a sus ciudadanos, incluidos soldados, diplomáticos y sus empleados afganos de Afganistán y, según los informes, Washington concluiría el proceso de evacuación el 31 de agosto.
Con información de Xinhua y fotografía de Saifurahman Safi.