Fotografía tomada en la parroquia de Santa Ana
La Arquidiócesis Católica de Sidney, Australia, define el Vía Crucis como una devoción tradicional en honor a la vida, muerte y resurrección de Jesús. Conocido también como Vía Dolorosa, el Vía Crucis tuvo su origen en Tierra Santa, pero no se expandió a nivel mundial hasta el siglo XVII, hasta cierto punto, el Vía Crucis es una pequeña peregrinación a través de los episodios que abarcaron las últimas horas de la vida terrenal de Jesús. En la mayoría de las iglesias católicas hay imágenes pintadas o talladas que representan el Vía Crucis.
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte
Del Evangelio según San Marcos 15:14-15
Pero la multitud gritaba aún más: «¡Crucifícalo!». Pilato, queriendo contentar a la multitud, les soltó a Barrabás; y después de azotar a Jesús, lo entregó para que fuera crucificado.
Segunda Estación: Jesús carga su cruz
Del Evangelio según San Marcos 15:20
Después de burlarse de él, le quitaron el manto púrpura, le vistieron con sus propios vestidos y lo sacaron para crucificarlo.
Tercera Estación: Jesús cae por primera vez
Del libro del profeta Isaías 53:4-6
Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores; sin embargo, lo tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Pero él fue herido por nuestras transgresiones, dolido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo que nos sanó, y por sus heridas fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; pero el Señor cargó en él la iniquidad de todos nosotros.
Cuarta Estación: Jesús encuentra a su Madre Dolorosa
Del Evangelio según Lucas 2:34-35, 51
Simeón dijo a María, su madre: «Mira, este niño está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para señal de contradicción, para que se revelen los pensamientos de muchos corazones. Y a ti también una espada te traspasará el alma»… Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Quinta Estación: Simón ayuda a Jesús a llevar la cruz
Del Evangelio según San Marcos 15,21-22
A un transeúnte, Simón de Cirene, padre de Alejandro y Rufo, que volvía del campo, lo obligaron a llevar la cruz. Lo llevaron al lugar llamado Gólgota, que significa «Lugar de la Calavera».
Sexta Estación: La Verónica enjuaga el rostro de Jesús
Del libro del profeta Isaías 53:2-3
No tenía aspecto ni hermosura para que lo miráramos, ni atractivo para que lo deseáramos. Despreciado y desechado entre los hombres; varón de dolores, experimentado en quebranto, y como uno de quien se esconde el rostro, fue despreciado y no lo estimamos.
Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez
Del Libro de las Lamentaciones 3:1-2, 9, 16
Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo la vara de su ira; me ha empujado y me ha llevado a tinieblas sin luz… Ha obstruido mis caminos con piedras labradas, ha torcido mis sendas… Ha hecho que mis dientes rechinaran como grava y me ha encogido en ceniza.
Octava Estación: Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén
Del Evangelio según Lucas 23:28-31
Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, sino lloren por ustedes mismas y por sus hijos. Porque vienen días en que dirán: «Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron y los pechos que no criaron». Entonces comenzarán a decir a los montes: «Caigan sobre nosotros»; y a los collados: «Cubrámonos». Porque si hacen esto con el leño verde, ¿qué sucederá con el seco?»
Novena Estación: Jesús cae por tercera vez
Del Libro de las Lamentaciones 3:27-32
Bueno es para el hombre llevar el yugo en su juventud. Que se siente solo y en silencio cuando se lo imponen; que ponga su boca en el polvo, tal vez aún haya esperanza; que ofrezca la mejilla al que lo golpea y se llene de insultos. Porque el Señor no desecha para siempre, sino que, aunque cause dolor, se compadece según la abundancia de su misericordia.
Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras
Del Evangelio según San Marcos 15:24
Los soldados se repartieron sus vestiduras, echando suertes para ver qué se llevaría cada uno.
Undécima Estación: Jesús es clavado en la Cruz
Del Evangelio según San Marcos 15:25-27
Era la hora tercia cuando lo crucificaron. La inscripción de la acusación contra él decía: «El Rey de los judíos». Y con él crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Duodécima Estación: Jesús es elevado a la cruz y muere
Del Evangelio según San Marcos 15:33-34, 37, 39
Y al llegar la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y a la hora novena, Jesús clamó a gran voz: «Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Y Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró.
Decimotercera Estación: Jesús es bajado de la cruz
Del Evangelio según San Marcos 15:42-43, 46
Al atardecer, José de Arimatea, miembro distinguido del Sanedrín, que también esperaba el reino de Dios, compró una sábana y bajó el cuerpo de Jesús de la cruz.
Decimocuarta Estación: Jesús es puesto en el sepulcro
Del Evangelio según San Marcos 15,46-47
José de Arimatea envolvió el cuerpo de Jesús en la sábana y lo depositó en un sepulcro excavado en la roca. Hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, vieron dónde lo ponían.