Mientras el resto sufría bajo el abrasador calor y la humedad, Dinesh Priyantha Herath se hallaba como pez en el agua, y disfrutando de ello.
El lanzador de jabalina de 32 años sacó su mejor lanzamiento de 67.79m para marcar un nuevo récord mundial en la categoría F46 masculina y obtuvo el primer en Juegos Paralímpicos para su país en el Estadio Olímpico el lunes (30 de agosto), cuando la temperatura alcanzó los 33º con un cielo despejado.
“Estaba listo para este desafío y estuve entrenando bajo el sol varios meses. El clima aquí en Tokio y en Sri Lanka es prácticamente el mismo y estuve claramente en zona desde el principio. Solo disfruté el clima ahí afuera y fue como si estuviera entrenando en mi patio trasero”, dijo un exultante Herath, que no soltó la bandera de su país ni un segundo y se lo vio cargándola hasta el vestuario.
Herath le robó el protagonismo al firme favorito, el indio Devendra Jhajharia que debió conformarse con la de plata con su mejor lanzamiento de 64.35. Su compatriota Sundar Singh Gurjar ganó la medalla de bronce en el mismo evento con un lanzamiento de 64.01.
Herath, que se lastimó severamente el brazo izquierdo durante una acción militar contra los LTTE adoptó el Para deporte en 2014. Pero cuanto más tiempo le dedicaba al deporte, más difícil se le hacía a su familia; económicamente no era sostenible y dependía de la pensión del ejército.
“Sí, mi esposa estaba muy molesta con que yo hiciera el deporte. Sin embargo ahora me apoya. Tengo tres niños y no puedo esperar a verlos. Van a estar encantados de verme de regreso con un oro”, dijo Herath, cuyas profundas cicatrices de heridas de bala son evidentes en su brazo izquierdo.
“Me tomó tres años recuperar mi mano. Esos fueron los momentos más desafiantes de mi vida. Sin embargo, la jabalina me lo ha dado todo. Me ha ayudado a recuperar mi vida y este oro es el resultado de todo el trabajo duro que he hecho”, dijo Herath.
En el Campeonato del Mundo 2019 en Dubái, Herath se había quedado con la medalla de plata detrás de Jhajharia.
El dúo comparte una amistosa rivalidad y aunque la competencia es feroz mientras se encuentran en el campo de juego, fuera de él el vínculo excede los saltos y repiqueteos.
“Sabes que comenzamos juntos y tenemos un gran respeto por el otro. Es como un viaje juntos y es genial ver al deporte crecer en Asia. Si podemos contribuir al desarrollo del deporte, no hay nada como eso. Hoy he puesto a Sri Lanka en el mapa”.
“Te sorprenderá saber que hay muchos niños ahora siguiendo el deporte de la jabalina”, continuó. “Simplemente ha surgido. Hay una convicción ahora de que podemos competir con los europeos. Verás, Asia emergerá como una superpotencia en jabalina los próximos años”.
El líder del equipo de Sri Lanka Deepal Lekam Ralalage no pudo esconder sus lágrimas sobrepasado por la emoción, diciendo: “No sabes cuánto significa para mí esta medalla como nación. Hemos esperado este día por años. Por eso es que las lágrimas no cesan. Esta medalla de oro de Herath abrirá un nuevo camino para el deporte en nuestro país. El gobierno ya estaba haciendo mucho y con suerte si conseguimos algunas medallas más, mejor todavía”.