Fotografía: cortesía
Vladimir Ibarra Velázquez, primera guitarra del Cuarteto Orishas, destacó que presentar el concierto «La rueda de la fortuna» en el marco del XXX aniversario del Centro Nacional de las Artes (CENART), es un privilegio, motivo por el cual, están sumamente agradecidos.
En este contexto, acentúa que al tratarse de uno de los recintos artísticos más importantes y emblemáticos del país, integrar su agenda conmemorativa, constituye un gran honor a la par de una valiosa oportunidad.
Para el concierto que brindarán en el CENART, únicamente el instrumento ejecutado por Vladimir Ibarra reunirá características particulares, se trata de una guitarra con 8 cuerdas, que amplía el registro grave, lo cual, hace factible abarcar un mayor abanico de posibilidades. Cabe señalar que todos los músicos integrantes del cuarteto, usan guitarras construidas por el laudero michoacano Fructuoso Zalapa.
El proceso de selección de autores y obras para este concierto ha sido largo, a causa de la maduración que debieron adquirir las ideas, hasta concretar los puntos de acuerdo, remarcó el Mtro. Ibarra, al hacer notar que el tema central de este concierto, es el diálogo entre el pasado y el presente, es decir, la tradición y la actualidad. Al estar conformado, tanto por obras emblemáticas de la música clásica europea (Bach y Rossini), como piezas de reciente creación (Matus y Córdova); y una obra que expande las posibilidades acústicas y de interacción en el cuarteto (Houghton).
Bajo está tesitura, se trajo a la memoria, cómo el literato alemán Johann Wolfgang Von Goethe, entre otras cosas, definía un cuarteto como una jovial conversación entre cuatro personas de alto nivel, y, se le preguntó al maestro Ibarra su opinión en este respecto. Entonces, el experimentado músico aclaró que, si bien el escritor se refería al cuarteto de cuerdas integrado por dos violines, una viola y un violonchelo, lo cierto es que esta definición también aplica para el cuarteto de guitarras. Obviamente, puede tratarse de una jovial conversación, pero también de un diálogo en el que ritmo, disonancias y contrastes tímbricos entran en juego. Por ende, más que una jovial conversación, puede ser una interlocución considerablemente dinámica.
Por otra parte, puntualizó que el premio Manuel M. Ponce, es uno de los logros más relevantes del cuarteto, pero lo cierto es que año con año, ha sido un reto el mantener actualizada la semblanza, buscando proponer algo que establezca una deferencia notoria, por lo que el mérito artístico, sigue siendo el punto medular para construir la trayectoria del ensamble.
Aunado a lo anterior, considera al Auditorio Blas Galindo como un recinto idóneo para las guitarras, muy amable con el instrumento, ya que es viable exhibir óptimamente todas las sutilezas y riquezas de la guitarra. Dicho esto, visualizan que para este concierto, podrán tocar con máxima atención y sensibilidad los instrumentos al interior de su diálogo musical, seguros de que proyectarán todos los elementos requeridos para el máximo disfrute de su público.
El cuarteto de guitarras es una agrupación relativamente nueva en el ámbito de la música de cámara. Pese a ello, se dicen seguros de que su propuesta deriva en un concierto por demás refrescante, el cual cautivará a los asistentes con cada sonido emanado de la guitarra, precisó Valdimir Ibarra, quien para finalizar su intervención, en esa misma línea dijo que el principal aporte de este concierto a la sociedad en su conjunto, radica en mostrar que la música clásica es accesible y apta para el disfrute de todo tipo de público.
Este proyecto es realizado con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales
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