- Cada creación integra las perspectivas de los diferentes artistas escénicos, visuales y plásticos que lo conforman
Acariciar la vida cotidiana de la gente a través de la danza es el objetivo con el que nace el Colectivo PAUSA en movimiento, una agrupación que desde 2008 se ha caracterizado por realizar proyectos colaborativos interdisciplinarios que involucran la música, el video, las artes plásticas y el teatro, para ser llevados a espacios no convencionales.
La danza y el movimiento son el punto de partida de los trabajos que presentan, en su mayoría, en circuitos teatrales, pero también llegan a escuelas, penitenciarías, centros de rehabilitación o plazas públicas, recintos en donde alcanzan al público que normalmente no asiste al teatro, comenta en entrevista Paula Rechtman, bailarina, coreógrafa, directora y fundadora del colectivo.
La directora, quien desde el 2018 radica en Sotuta, Yucatán, explica que la agrupación se ha movido por comunidades urbanas y rurales en esa entidad; ahora, ante la contingencia por COVID-19, de acuerdo al semáforo epidemiológico, siguiendo las medidas sanitarias y con público reducido, hace pequeñas presentaciones, conferencias y talleres dirigidos a infantes, jóvenes y adultos en la Casa de la Cultura Maya Nachi Cocom.
El colectivo nace a raíz de la obra Prohibido Jugar, apoyada por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Morelos (FOECA), como resultado de la maestría de Paula en The Place London Contemporary Dance School, en Inglaterra, “allá se fraguó la pieza, pero la obra final la realizamos en México con el apoyo institucional”.
El colectivo inicia en Cuernavaca con cuatro bailarines, un músico y un videasta; de ahí se han incorporado creadores y algunos otros se han retirado, “porque no es una estructura cerrada. Dependiendo del proyecto se integran o se busca el equipo creativo que encaje en la propuesta”, menciona la bailarina.
Es por eso que ―agrega― cada proyecto tiene un impulso y una dirección distinta, con base en el interés personal de quien colabora. La propuesta puede salir de Paula Rechtman, Emiliano Cruz, Amaury González o Leika Mochan, que son la base del colectivo, “las decisiones grandes las procuramos tomar entre todos, buscamos el grupo creativo y el financiamiento o la forma de llevarlo a cabo, ya sea a través de alguna residencia artística, algún apoyo o beca”.
El año pasado, debido al inicio de la contingencia sanitaria, no realizaron ningún proyecto, no obstante, para este año planean una investigación sobre técnicas somáticas, que hable sobre el tejido conectivo del cuerpo y cómo llevar el movimiento hacia la salud. “Lo que hemos hecho hasta el momento es compartir información a través de correos y conectarnos de manera virtual entre Emiliano, Amaury y yo. Para este año planeamos juntarnos aquí en Yucatán para realizar una residencia de un mes y seguir con la investigación”, explica.
El colectivo se ha presentado en festivales nacionales como Fotografest, La Feria del Barro de Tlayacapan, el Festival Internacional de Danza Morelos “Tierra de Encuentro”, Programa Rescatarte y Encuentro de Danza Cuautla, entre otros.
Han generado 14 obras como colectivo, de las cuales dos de ellas están activas: Y… Lineando líneas, y Erosional. Instalación habitada. La primera es una pieza unipersonal multidisciplinaria basada en la historia de vida y en la construcción de identidad de la creadora Paula Rechtman. Con este trabajo tuvieron una gira nacional, pero debido a la emergencia sanitaria no pudieron concluirla, quedando pendientes las entidades de Guadalajara y Mérida.
De acuerdo a Rechtman, la segunda obra, creada en colaboración con Ana Rechtman, Leika Mochan, Jésica Elizondo y Virginia Bravo, ofrece reflexiones a través de la coreografía, imágenes, luces, sensaciones, sonidos y movimientos que involucran a creadores y espectadores mediante la suavidad y la fuerza imponente de la naturaleza del agua.
Para ver las actividades que realiza el colectivo, se puede consultar su página de Facebook: Colectivo PAUSA en movimiento.