El arte y el Día del Trabajo

Gobierno

 

  • SURA Asset Management México reflexiona en torno al movimiento del muralismo, que nació en México en la década de 1920 y que representó magistralmente las luchas de la clase trabajadora.
  • José Chávez Morado, José Clemente Orozco y Diego Rivera, son la primera generación de muralistas, cuyas obras representan un invaluable documento histórico sobre la lucha obrera en nuestro país.

 

Ciudad de México 29 de abril de 2022. En el marco de la conmemoración del Día del Trabajo, SURA Asset Management México reflexiona como los artistas han representado en sus obras a los trabajadores en el tejido social. Particularmente, nos detenemos en el movimiento del muralismo el cual surgió en México en la década de 1920 y los aportes de grandes artistas como José Clemente, Orozco, Diego Rivera y José Chávez Morado quienes plasmaron su visión sobre el trabajo y la clase trabajadora.

Han sido muchos los artistas a lo largo de la historia que han representado en sus obras a la clase trabajadora, la importancia del trabajo y de los trabajadores en el tejido social, tanto en el entorno industrializado como en el campo.  Los artistas han plasmado la labor de sus conciudadanos desde los inicios de la historia de la pintura al ser estos oficios representados, el sostén económico de las sociedades. Los trabajos y oficios manuales, aprendidos de generación en generación y las labores del campo fueron esta primera actividad económica en las sociedades antes del siglo XIX.

 

A partir de este siglo comienzan a llevarse a cabo las revoluciones industriales que marcarían un antes y un después en la manera de trabajar del mundo occidental. Las artes, como siempre, estaban ahí para mostrar y dejar huella de cómo se llevaron a cabo estos procesos y la herencia que nos dejaron. En el siglo XIX ya era posible vislumbrar una consciencia social preponderante en la mirada de los artistas del Realismo pictórico y literario, que evolucionó a un Realismo social que se preocupaba por mostrar las condiciones reales de los trabajadores precisamente como consecuencia de la revolución Industrial. 

 

Para finales del siglo XIX y principios del XX iniciaría un movimiento social en Rusia el cual terminaría con el nacimiento de la URSS y en donde la celebración del Primero de Mayo se convirtió en el símbolo de la lucha de clases entre 1890 y 1917. Y fue así como esta fecha se declaró fiesta nacional, como el Día de la Solidaridad Internacional de la Clase Trabajadora.

 

El papel de la pintura, pero sobre todo del cartelismo, fueron de gran relevancia en este momento social, pero el muralismo fue sin duda el movimiento artístico que mejor representó este nuevo paradigma social y político y que mejor reflejó la influencia del socialismo en Latinoamérica y que nació en México.

 

El muralismo surgió en nuestro país en la década de 1920 teniendo un fin educativo que buscaba difundir mensajes específicos al pueblo. Es por esto, que las obras tenían dimensiones monumentales y se realizaban en muros de edificios públicos lo que permitía llegar a más personas. “Los artistas que formaron parte de este movimiento, buscaban plasmar su visión sobre diferentes tópicos cuya importancia surgió a raíz del movimiento revolucionario en México. La identidad nacional, el pasado prehispánico, la sociedad, cultura y tradiciones mexicanas y la situación política del país fueron los temas más replicados por los y las muralistas en México”, señala Sylvia Marquez, responsable de actividades culturales de SURA Asset Management México.

 

Sin duda, la fuerte influencia de los ideales comunistas en todos estos artistas tuvo un rol determinante en los temas representados y el del trabajo y la clase trabajadora fue uno de lo más relevantes tanto en el movimiento revolucionario ruso como en el mexicano”, comenta Marquez.

 

Aunque la colección de arte que resguarda SURA Asset Management México no cuenta con obra representativa del movimiento obrero, sí tiene en su acervo distintas piezas que dan cuenta de los procesos sociales en México y que se realizaron de manera paralela al movimiento muralista y por estos mismos artistas. Muchos de ellos fueron parte de este importante movimiento artístico logrando plasmar la esencia de las clases trabajadoras en diferentes industrias.

 

Uno de ellos fue José Chávez Morado quien en 1952 realizó el mural titulado La ciencia y el trabajo, en donde se muestra la construcción de Ciudad Universitaria y representa a tres grupos de personajes: por un lado, muestra a los campesinos que hacen alusión a los ejidatarios a los que pertenecían los terrenos en donde hoy se encuentra Ciudad Universitaria. El segundo grupo, corresponde a las siluetas de obreras que representan el desarrollo de la ciencia y, por último, se muestran a los trabajadores tales como arquitectos e ingenieros, que hicieron posible la construcción del edifico en donde se encuentra el mural. La obra se encuentra en el Auditorio Alfonso Caso de la antigua facultad de ciencias de la UNAM y que hoy es la Unidad de Posgrado.

 

Otra de las obras destacadas dentro de esta temática, es el mural Trabajadores, de José Clemente Orozco, ubicado en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Esta obra se realizó en 1926 y en ella Orozco representa a un grupo de hombres cargando sus herramientas de trabajo acompañados de mujeres que parecen despedirlos. Casi todos los personajes se muestran de espaldas; no es posible mirar sus rostros, dando a entender la poca visibilidad y el trato poco digno que sufren los trabajadores y que Orozco siempre buscó manifestar en su obra.

 

Por otro lado, el mural Industria automotriz de Diego Rivera buscaba poner evidencia cómo los grandes imperios y las grandes empresas llegan a ser lo que son gracias a la fuerza obrera que las mantiene en funcionamiento. Rivera fue contratado por el Instituto de Artes de Detroit en 1932 para realizar un mural en las paredes interiores del Instituto. Este proyecto fue financiado por el hijo del fundador de la Ford Motor Company, la cual tiene su sede en la ciudad de Detroit (EU). Fue a través de este mural que el muralista mexicano pudo plasmar el auge de la compañía automotriz, pero desde el punto de vista obrero, que en su opinión eran el verdadero motor de esta industria. 

 

Estos son solo algunos ejemplos de una gran cantidad de obras murales y de caballete que lograron representar la importancia del trabajo y de los trabajadores en nuestro país durante todo el siglo XX. “Se trató de una temática propia de esta primera generación de muralistas, cuyos intereses surgían de los ideales revolucionarios y que son un importante documento histórico que nos lleva a reflexionar sobre la historia de la lucha obrera en nuestro país”, considera Sylvia Marquez, responsable de actividades culturales de SURA Asset Management México.

 

SURA Asset Management México, a través de la colección SURA, reafirma el impulso a la cultura y las artes como un compromiso imprescindible dentro de su gestión empresarial. La Colección SURA está disponible de manera digital y gratuita para que el público las disfrute a través del sitio web: https://www.sura.com/arteycultura/.

Estas son dos de las obras del acervo de SURA Asset Management México que dan cuenta de los procesos sociales en México y que se realizaron de manera paralela al movimiento muralista.

Imagen que contiene interior, edificio, tabla, grupo

Descripción generada automáticamente                                

David Alfaro Siqueiros

La entrega de juguetes

1961

Óleo sobre madera

82 x 62 cm

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