Los mensajes de odio en las redes sociales se han normalizado y son compartidos más fácilmente debido a que las personas encuentran una manera de expresar su agresión tras la máscara de las plataformas digitales, coincidieron expertos durante la mesa de diálogo “¿Cómo detener la violencia digital?”, que formó parte del encuentro De Muro a Muro en FIL Pensamiento.
Sheri Bauman, psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Arizona, EUA, afirmó que la agresión está en el ADN de los seres humanos y es parte de nuestra composición biológica, por lo que a lo largo de los años inventamos formas más sofisticadas de expresar esta agresión.
La autora del libro Ciberacoso político: perpetradores y objetivos de una nueva agresión digital, citó estudios científicos que indican que rasgos como el sadismo, el narcisismo, la psicopatía y el disfrute del sufrimiento de otros están relacionados con personas que hacen violencia digital.
“Esto no quiere decir que quienes lo hacen gocen de torturar personas todos los días, sino que hay algo en su personalidad que los hace estar complacidos cuando ven que alguien está sufriendo, lo que es aterrador porque, por otra parte, los mensajes ofensivos y de odio son compartidos y esparcidos mucho más rápido que los mensajes positivos, y eso es importante para pensar quién hace dinero con eso”, aseguró.
Rasha Nagem, profesora de literatura árabe y francesa en la Universidad de Toulouse-Le Mirail, explicó que la radicalización de posturas políticas o religiosas no necesariamente va de la mano con la violencia radical, pues las divide un largo proceso que depende del ambiente y la situación de las personas.
La también integrante asociada de la Cátedra Unesco para la Prevención de la radicalización y el extremismo violento, afirmó que hace 20 años se creía que este problema de la agresión tenía que ver con cuestiones de seguridad, pero ahora podemos entender que está relacionado más con los procesos educativos y de prevención que tienen niñas, niños y jóvenes.
En el diálogo, moderado por la periodista y analista Gabriela Warkentin, el escritor y traductor brasileño Julian Fuks afirmó que en los últimos años la violencia digital es tan frecuente y difundida que se ha vuelto parte del paisaje social, pero nunca debería ser confundida con ningún tipo de normalidad y mucho menos ser cotidiana y banal.
El doctor en Literatura por la Universidad de Sao Paulo y quien recientemente fue objeto del acoso digital del bolsonarismo por un texto crítico del gobierno de su país publicado en el portal UOL, dijo que nunca imaginó que sería blanco de una campaña difamatoria con participación de familiares del Presidente Bolsonaro y de exministros que lo atacaron e incitaron a otras personas a hacerlo, algunos de ellos con amenazas de muerte, poniendo en peligro su vida.
“Tenemos que estar juntos para combatir un grado tan extremo de perversidad. Es importante admitir que sufrimos ese dolor comunitario que está en esa violencia y que se propaga con ella, y que tenemos que sentirla para entender que no es un dolor tolerable”, señaló.
Texto: Mariana González-Márquez
Fotografía: Fernanda Velazquez