El 20 de mayo de 2018, las Naciones Unidas declararon el día internacional de las abejas con el fin de concientizar sobre las amenazas causadas por las actividades humanas a esta especie y otros polinizadores como las mariposas, murciélagos, escarabajos, roedores y colibríes. Este día se eligió en honor al natalicio de Anton Janša, pionero en la apicultura.

Las abejas pertenecen a la superfamilia Apoidea, llegan a medir desde 2 milímetros hasta 4 centímetros, pueden tener o no aguijón y se diferencian de las avispas por tener un cuerpo más robusto y contar con pelos en varias partes del cuerpo, incluidas las patas. Se pueden encontrar de manera solitaria o en grupos dependiendo de su forma de vida.

Las abejas son uno de los grupos más comunes de insectos, de gran importancia ecológica gracias a sus hábitos alimenticios. Estos organismos se alimentan de néctar y granos de polen que recolectan en las flores. Las abejas (y otros polinizadores) suelen transportar los granos de polen que se adhiere a su cuerpo proveniente de los estambres hasta los pistilos (parte femenina) de otra flor. Este proceso se le conoce como polinización y es fundamental para la reproducción sexual de las plantas en donde el resultado es la producción de frutos y semillas.

Lo atractivo del polen y del néctar es que ofrece aminoácidos, grasas y azucares como la glucosa, fructosa y sacarosa que son fuentes importantes en la alimentación e hidratación de los polinizadores. Para poder encontrar estas recompensas, los organismos se mueven al interior de las flores o introducen sus largas lenguas.

El 80% de las plantas con flor necesitan ser polinizadas para que se generen frutos y semillas; a nivel mundial, cerca del 35% de la producción agrícola y la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo, y de muchos medicamentos derivados de plantas se deben a la labor de las abejas y de los polinizadores.

En el país el frijol, el chile, el tomate y jitomate, las calabacitas, las manzanas, el café y el cacao son algunos de los cultivos importantes que requiere de este proceso. Se estima que sin los polinizadores no se podrían tener uno de cada tres bocados de comida que se consumen.

En México, se han contabilizado más de 21,000 especies de plantas con flores, más de 23,750 especies de mariposas y polillas, 26 especies de murciélagos y aproximadamente 2,000 especies de abejas de las 20 mil especies que se conocen mundialmente, sin embargo, se ha observado una disminución en el número de abejas del 32% debido a los colapsos de colmenas, provocados por el uso de agroquímicos, pesticidas inorgánicos, los monocultivos, la falta de áreas de floración y la introducción de especies exóticas e invasoras. Por otra parte, cerca del 17 % de los polinizadores vertebrados están en peligro de extinción a nivel mundial como los murciélagos. La extinción de estos organismos afectaría las relaciones ecológicas en los ecosistemas, la dieta del ser humano y la economía.

Crear jardines para polinizadores con platas nativas del área sin insecticidas, apoyar y visitar jardines botánicos, proteger colonias de abejas silvestres, conservar ecosistemas forestales y hacer conciencia sobre la situación son acciones que se pueden hacer para ayudar a los polinizadores.

La PROFEPA constata el adecuado manejo de los plaguicidas, verificando el cumplimiento de términos y condicionantes de las autorizaciones otorgadas por la SEMARNAT para la importación de plaguicidas, el manejo ambientalmente adecuado de los envases vacíos que contuvieron esos pesticidas, tanto por los generadores como por los centros de acopio temporal y recicladores; además, participa en la capacitación del sector agrónomo en su uso y sustitución de sustancias que dañan el medio ambiente.