Emma Raducanu sufrió una sorpresiva derrota en la segunda ronda del Abierto de Australia, siendo vencida 6-4, 4-6, 6-3 por la No. 98 del mundo; Danka Kovinic.
La británica de 19 años pareció luchar con una ampolla en la mano durante todo el partido y requirió tratamiento en varias ocasiones del médico de la cancha.
Con la ampolla afectando su mano derecha dominante, Raducanu luchó para golpear de derecha con su poder y consistencia habituales y Kovinic, no cabeza de serie, aprovechó al máximo para hacerse con el primer set.
Fue un comienzo impresionante para la montenegrina, que nunca había superado la segunda ronda de un Grand Slam en 17 apariciones en cuadros principales de individuales y dobles.
Sin embargo, Raducanu pudo recibir más tratamiento en su mano derecha durante el intervalo y salió en el segundo set luciendo más como la jugadora que sorprendió al mundo del tenis al ganar el US Open en septiembre.
Recuperó el control con sus poderosos golpes de fondo desde la línea de base y niveló el partido después de otro set muy reñido.
El primer juego del set decisivo se sintió como un momento crucial en el partido, con Raducanu fallando agonizantemente un golpe de derecha cruzado que le habría dado un quiebre temprano crucial.
Sin embargo; Kovinic, de 27 años, mostró un aplomo notable para finalmente mantener el servicio con un remate perfecto.
Con ampollas y vendada, y a menudo todavía con una sonrisa en su rostro, Raducanu continuó luchando durante el decisivo con su golpe de derecha, pero al final esa determinación no fue suficiente para sacar lo mejor de Kovinic, quien se convierte en la primera jugadora que representa a Montenegro en llegar a la tercera ronda de un Grand Slam.
«Realmente lo disfruté», dijo Kovinic en su entrevista en la cancha. «Fue una linda experiencia interpretar a Emma y llegar a la tercera ronda de un Grand Slam por primera vez después de muchos años».
