En la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales de Querétaro (FILMAQ), el escritor chileno; José Ignacio Valenzuela Güiraldes «Chascas», fungió como ponente de la conferencia magistral «El Universo High Concept»; intervino Aránzazu Núñez.
Luis Ignacio «Chascas» Valenzuela, comentó que la deformación del leguaje puede ser útil para hallar ideas, se puede explorar el mundo y conducirse hacia el imaginario y la lengua. En este punto, destacó que gusta de las mezclas y ejemplificó que si quisiera contar una historia acerca de cómo se le cayó su primer diente, hablaría del “yo”, pero tomaría un sentido distinto si en su creación decide ubicar a Cleopatra, entonces sería su historia contada en Cleopatra. La inspiración se vislumbra cómo algo que llega, la gente supone que escritores se acuestan a comer uvas y hace su arribo la inspiración, pero la realidad indica otra cosa, no baja y se acomoda; por el contrario, el guionista considera que se trata de un verbo activo que debe perseguirse y cazar. Resulta mucho más satisfactorio cuando hay una acechanza prolongada y exhaustiva.
La idea del mestizaje es pertinente, porque se vincula a la FILMAQ, acentuó Aránzazu; puesto que, consiste en una provocación relacionada al proceso de escritura y cómo se aterriza en imagen, proyecto sonoro, etc.
«Chascas» trajo a la memoria que, hace tres años recibió una llamada de Netflix con el fin de que les escribiera una serie, la cual, sería estrenada en 192 países simultáneos, derivado de lo anterior, tendría que ser global y buscar temas que gusten. Por tal razón, escribir para ese número de países le generó un ataque de pánico, no sabía que arrastra en Abu Dabi o Burkina Faso. Él es chileno, reside en Estados Unidos y vivió en México, y le resulta posible intuir que atrae en esos países. Especificó que cuando en una telenovela, los integrantes de la familia son de diversas nacionalidades, cada quien utilizaba su forma propia de hablar, pero en el momento que decían “acción”, todos empleaban un acento neutro, hecho que es tan desabrido como chupar un hielo. Esa telenovela no podía suceder en alguna parte, se hablaba de “esta ciudad o país”. Para él, es indispensable especificar el lugar, puesto que si ves una serie mexicana tienes que ver México. Así fue como decidió que no sería global su trabajo, consideró el dicho que hace notar lo siguiente: “pinta tu aldea y serás universal”, derivado de lo anterior, hizo mestizajes; y, escribiendo para Netflix descubrió que cuando uno es fiel a su pasión, hay oportunidad de que “esa tripa toque a otras tripas”, pero si es neutro no puede entablar vínculos.
Bajo esta tesitura, el guionista hizo saber que para ¿Quién mató a Sara? Usó una estructura de Agatha Christie, y demostró que sus referentes para hacer Sara eran literarios y no audiovisuales. Por tal motivo, al empezar a ver Sara se apreciaba una serie audiovisual agatachristiesca, y se abrieron posibilidades infinitas, podía ser la literatura universal compuesta. Valenzuela ubicó el clásico esqueleto de la serie americana treaser, la misma escritura con la que escribieron House of Cards, Dallas, Lost, entre otras; en general, la que llevamos consumiendo los últimos 60 años, pero la revistió con piel sudamericana. Añadió los besos, el “soy tu padre pero tu tío al mismo tiempo”; y, “te amo pero te odio”. En Latinoamérica somos muy críticos con nuestro propio melodrama, señaló José Ignacio Valenzuela, quien ha escrito más de 30 telenovelas, y hay quienes pueden decirle que no ven telenovelas pero todos saben quién es Catalina Creel y usa parche. En este contexto, acentuó que somos melodramáticos en Latinoamérica, si gana un equipo vamos arriba y luego abajo porque se devalúa el peso, tenemos una fuente de creatividad y creación inagotable.
“Eres un creador muy maravillosamente metiche desde un lugar muy gozoso ¿Cuáles son los retos de indagar y explorar en distintos lenguajes y medios? Preguntó Aránzazu Núñez. El creativo chileno explicó que el streaming cambió la manera de escribir, cuando exploró nuevos procederes se percató de que en este formato impera la urgencia de consumo, situación que da lugar a una manera distinta de escribir; toda vez que, cuando se hace comunicación, hay presentación, desarrollo y desenlace, pero hoy el acto I consiste en el hecho que cambia la vida del personaje para siempre, obliga a escribir de otra manera, surgen temas nuevos y emergen mestizajes, nuevas exploraciones impensadas hace un lustro. A estas alturas del Siglo se pueden hacer cosas que no se habían hecho antes, ni siquiera resultan parecidas, es una gran oportunidad para creadores, audiencias y lectoespectadores. Creadores deben pensar que ya no se escribe una serie, se genera contenido. Aránzazu destacó que la programación de la FILMAQ sirve para que expliquemos el mundo y demos lugar a un mejor futuro; esta es la idea que presenta para ser considerada.