Conmocionada por un grito despectivo de un espectador, Naomi Osaka perdió 6-0, 6-4 ante Veronika Kudermetova de Rusia en la segunda ronda del BNP Paribas Open la noche de ayer.
Osaka perdía en el primer set cuando una mujer en las gradas gritó: «Osaka, apestas». La estrella japonesa se acercó al juez de silla para pedirle que hiciera algo. Pero el árbitro explicó que no sabía quién era y que no podía tomar ninguna medida.
«No escuché lo que dijo la dama porque realmente me concentro tanto en mi juego, en mi juego de servicio, no entendí lo que dijo», dijo Kudermetova. «Pero después de ese momento, vi que Naomi comenzó a llorar».
Más tarde, Osaka hizo la solicitud inusual de usar el micrófono del árbitro para dirigirse a la multitud, lo que no sucedió.
Un supervisor llegó a la cancha para una discusión prolongada con Osaka. El supervisor le dijo al árbitro «si vuelve a pasar, lo vamos a encontrar». Kudermetova esperó detrás de la línea de fondo a que se reanudara el partido.
Luego, Osaka habló a la multitud con lágrimas corriendo por su rostro.
«Para ser honesta, me han interrumpido antes, como si realmente no me molestara, pero me interrumpieron aquí», dijo, con la voz entrecortada.
«Vi un video de Venus y Serena (Williams) siendo interrumpidas aquí, si nunca lo has visto, deberías verlo», dijo Osaka. «No sé por qué, pero se me pasó por la cabeza y lo reproduje mucho. Estoy tratando de no llorar».
Las hermanas Williams fueron interrumpidas por los fanáticos en Indian Wells en 2001. Venus se retiró, con una lesión en la rodilla, de su semifinal programada contra Serena poco antes de que comenzara. Cuando Venus y su padre Richard tomaron asiento para ver a Serena en la final contra Kim Clijsters, la multitud comenzó a abuchearla. A medida que avanzaba el partido, los fanáticos abuchearon a Serena. Su padre dijo que él era el blanco de insultos raciales. Las hermanas boicotearon el torneo durante años antes de finalmente regresar.
