POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
Casas de migrantes mexicanas advierten de una “situación grave” para los migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos.
El P. Francisco Gallardo López, coordinador de la Pastoral Social de Movilidad Humana de la Diócesis de Matamoros, donde dirige también una casa de migrantes, dijo a ACI Prensa que en la región “tenemos crisis de familias”.
Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, colinda con la ciudad estadounidense de Brownsville, en el estado de Texas.
“Hay muchos menores que vienen acompañados hasta la frontera mexicana con Estados Unidos, pero las mamás o las familias o los papás los mandan a ellos solos hasta el puente”, señaló el P. Gallardo López.
“Y ellos argumentan que son menores no acompañados. A algunos los ingresan, a otros los regresan”, dijo.
El P. Gallardo López advirtió que “es una realidad que ahorita los centros de asistencia para menores no acompañados en Estados Unidos volvieron a estar saturados”.
En medio de una nueva crisis fronteriza, Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó que encontraron en marzo a cerca de 19 mil niños no acompañados cruzando la frontera, casi el doble de menores que en febrero.
La cifra además es la más alta de la que se tiene registro.
También en marzo las autoridades intervinieron a 172 mil adultos que cruzaron de forma irregular la frontera, lo que significa un 71% más de casos de los registrados en febrero de este año.
Recientemente la prensa estadounidense informó que el gobierno de Joe Biden estaría abierto a cerrar algunas brechas en el muro fronterizo avanzado por su predecesor, Donald Trump.
En las primeras semanas del gobierno de Biden se modificaron los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), permitiendo que quienes esperaban en México para ser atendidos sobre sus solicitudes de asilo en Estados Unidos puedan continuar sus trámites en ese país.
Los MPP fueron implementados en 2019 por el Gobierno de Donald Trump, y obligaba a quienes solicitaran asilo en Estados Unidos a llevar el proceso desde México.
Para el P. Gallardo López, las nuevas medidas del Gobierno de Biden han permitido que las personas que esperaban ser atendidas, puedan cruzar a Estados Unidos a esperar la resolución de las autoridades.
Esto ha permitido que cientos de migrantes que vivían en campamentos cerca a la frontera, en pobres condiciones de salud y albergue, hayan pasado a Estados Unidos.
“Yo considero que esa situación es buena. Es el primer paso para que hayan ingresado y muchos de ellos estén con su familia y con sus amigos”, dijo el sacerdote.
Sin embargo, confesó, “me preocupa mucho que no vayan a calificar algunos, y entonces se vaya a dar deportaciones hacia sus lugares de origen, sobre todo de gente que huyó de la violencia, la pobreza”.
También dijo que otro de los desafíos es el de “las familias que se quedaron sin estar bajo el protocolo del MPP, pero que llevan tiempo ya en las fronteras desde Matamoros hasta Tijuana”.
Estas personas, continuó, no tendrían justificación para “que puedan ingresar a Estados Unidos”, por lo que “van a los puentes internacionales para ver si los dejan ingresar”.
Para el P. Gallardo López, los grupos criminales mexicanos parecen estar “vendiendo” el sueño de que “se pueden venir con familias y con niños, y que es más fácil el ingreso a Estados Unidos. Eso es una mentira”.
Pero las autoridades han señalado que quienes no hayan estado inscritos como parte de los MPP, podrían probar suerte para cruzar de forma regular la frontera en “una segunda o tercera fase”.
Por su parte, el P. Patrick Murphy, sacerdote scalabriniano y director de la Casa del Migrante en Tijuana, en el estado de Baja California, dijo que si bien no hay paso de menores no acompañados, hay “un campamento de como 2.000 personas afuera de la entrada a Estados Unidos, protestando pidiendo asilo”.
“La idea de ellos es que van a poner presión”, señaló, a pesar de que en una ocasión “vino una persona del Gobierno de Estados Unidos y anunció claramente ‘ustedes no van a entrar, hay otras personas en la línea’”.
Las personas en la línea, explicó el P. Murphy, son los que se registraron en el marco de los MPP.
El sacerdote señaló que a Tijuana “están llegando dos grupos de personas: los de Honduras, El Salvador, Guatemala; y los de México”.
En ambos casos, uno de los principales motivos de los migrantes es escapar de la violencia, dijo.
“Muchísimos mexicanos tienen que salir de lugares como Michoacán, Guerrero, por la violencia que existe en estas zonas”, destacó.
Para detener crisis migratorias como esta, dijo el P. Murphy, es necesario “soluciones en el sur, porque la gente que sale de Honduras sale porque hay pobreza, hay pandillas”.
En esas condiciones, lamentó, “no hay manera de sobrevivir”.
El sacerdote destacó que países como Estados Unidos y Canadá pueden invertir en proyectos que busquen una solución que ayude a la gente a no tener que migrar.
El P. Murphy dijo que en la Casa del Migrante “hace un año comenzamos a construir un centro de formación, una escuela para migrantes, para enseñar cosas como computación, idiomas, trabajos de electricidad, etc. Porque en Tijuana hay mucho trabajo y si la gente encuentra la posibilidad de vivir bien aquí tal vez no va a cruzar”.