La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) aprobó una ayuda de emergencia de más de medio millón de dólares para la población de Haití, afectada por el terremoto del 14 de agosto.

El sismo de magnitud 7,2 asoló Haití, en la isla La Española, sobre las 8:29 a.m. (hora local) del 14 de agosto. Al 16 de agosto se estima que han muerto más de 1.300 personas, mientras que más de cinco mil han resultado heridas.

El fuerte sismo se produce 11 años después del terremoto de 2010 que causó 300 mil muertos y una destrucción de infraestructuras sin precedentes.

En un comunicado, la fundación indicó que se une en oración por el país y señaló que realizarán la donación de medio millón de euros (aproximadamente 589 mil dólares) para ayudar a la población haitiana.

El presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern, indicó que han llegado mensajes desgarradores desde Haití, un país que sufre “conflictos políticos desde 2019” y donde a principios de julio fue asesinado el presidente Jovenel Moïse.

“En medio de la ola de violencia y secuestros que está arrasando el país, sumándose a las noticias que nos llegan sobre la falta de lluvia y agua que ha sumergido a la población rural en la pobreza; después de todo esto, el terremoto del sábado anega a miles de familias a una situación terrible como ninguna otra. El escenario es insostenible. La población está en shock”, agregó.

Heine-Geldern dijo que la fundación está en comunicación con las iglesias de las diócesis más dañadas por el terremoto para planificar los proyectos de ayuda más necesarios actualmente.

Además, señaló que uno de los lugares más afectados es el sur del país, especialmente “las diócesis de Les Cayes, de Anse-á-Veau y la de Jeremie”.

“La única vía de acceso a Jeremie está aislada, por eso tenemos menos información de esta parte de la isla, pero sabemos que también está muy afectada”, lamentó.

Heine-Geldern mostró su alivio porque los socios de la fundación han desmentido algunas noticias y afirmó que el Obispo de Les Cayes, Cardenal Chibly Langlois, se encuentra bien de salud.

“El obispado de Les Cayes ha quedado totalmente destruido, pero el cardenal pudo escapar a tiempo”, señaló.

El presidente ejecutivo indicó que como fundación conocen el gran esfuerzo que la Iglesia viene realizando para llevar esperanza a la población “en una situación de desesperación, después de tantas catástrofes naturales, en medio de la violencia y la pobreza extrema”.

“En estos momentos difíciles, no podemos dejar abandonada a esa Iglesia que lucha por su gente. Además, las noticias sobre el huracán que se acerca a la costa nos llena de consternación”, señaló.

Una alerta amarilla se ha activado en el país caribeño por la próxima llegada de una tormenta tropical que podría azotar la zona y complicar las labores de rescate en la zona sur de la isla.

Finalmente, pidió oraciones por el país, por “todos aquellos que han perdido a seres queridos, por los heridos y por los que se ven privados de todo”.

“Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona y protectora de Haití, les de amparo y consuelo”, concluyó.