Joe Biden tuvo este sábado, un mes y medio después de su elección como presidente de Estados Unidos, su primera conversación telefónica con el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador
Joe Biden tuvo este sábado, un mes y medio después de su elección como presidente de Estados Unidos, su primera conversación telefónica con el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Según informó el equipo de transición del estadounidense, ambos líderes destacaron la necesidad de «revitalizar la cooperación entre EE UU y México para garantizar una migración segura y ordenada, contener el coronavirus, impulsar las economías de América del Norte y asegurar la frontera común».
Biden habló de «un nuevo enfoque regional» para que los migrantes «no emprendan el peligroso viaje a Estados Unidos» y prometió trabajar de cerca con México y otros países de la región, además de con organizaciones y actores involucrados en el tema fronterizo, para construir un nuevo sistema que «respete las normas internacionales» del asilo.
De acuerdo con el comunicado, los dos líderes destacaron su deseo de atajar las causas de origen de la migración en El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur de México y de construir un futuro de mayores oportunidades y seguridad para la región».
El presidente López Obrador fue el primero en informar de la llamada a través de su cuenta de Twitter. «Desde el histórico ayuntamiento de Valladolid, Yucatán, he conversado por teléfono con el presidente electo de Estados Unidos», escribió.
«Reafirmamos el compromiso de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos y naciones». «Fue una cordial conversación. Habrá amplia cooperación bilateral y muy buena relación entre los presidentes de México y Estados Unidos.
¡Buenas noticias!», señaló por su parte el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien también participó en la llamada.
En medio de una batalla legal emprendida por el presidente Donald Trump con acusaciones infundadas de fraude, López Obrador decidió no felicitar a Biden hasta que el Colegio Electoral proclamase su victoria, por lo que se convirtió en uno de los últimos presidentes del mundo en hacerlo.
En una carta enviada el pasado martes, el mandatario mexicano destacó la postura del presidente electo «a favor de los migrantes de México y el mundo» y dijo que eso permitiría «continuar con el plan de promover el desarrollo y el bienestar de las comunidades» emisoras de migrantes.
«Considero que de esta manera nadie se verá obligado a abandonar su lugar de origen y podrá vivir, trabajar y ser feliz con su familia, entre su gente, con su cultura, y así lograremos construir la solución definitiva a los flujos migratorios desde y a través de México hacia EE UU», escribió.
La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca supondrá una ruptura frente al discurso duro contra la migración de Donald Trump, que llevó al país vecino a endurecer sus propias políticas migratorias, después de que el mandatario estadounidense amenazara con imponer aranceles a los productos mexicanos si no frenaba a los migrantes en tránsito, la mayoría centroamericanos.
Por el contrario, el presidente electo, que durante su etapa como vicepresidente de Barack Obama viajó en numerosas ocasiones a Centroamérica para resolver crisis, como la de los ‘menores no acompañados’ de 2014, ha prometido llevar a cabo una serie de medidas en sus primeros 100 días de Gobierno para acabar con las medidas más crueles de Trump, como el Programa de Protección de Migrantes.
Frente a él tendrá una tarea difícil, especialmente en un momento en el que se prevé un aumento de la migración desde países centroamericanos que este año han sido fuertemente golpeados por las consecuencias económicas de la pandemia y por dos potentes huracanes.
MS.