Parece que no hay forma de detener a Ashleigh Barty en este momento.
La jugadora de 25 años llegó a la final del Abierto de Australia, después de ganar contundentemente a la estadounidense Madison Keys 6-1, 6-3 en poco más de una hora en la cancha.
Barty aún no ha perdido un set en el torneo y Australia ahora anticipa una primera campeón de individuales del Abierto de Australia desde 1978.
Se enfrentará a Danielle Collins en la final del sábado después de que la estadounidense venciera a Iga Swiatek en dos sets, 6-4, 6-1, más tarde el mismo día de ayer.
«Es simplemente irreal», dijo Barty después del partido.
«Como australianos, estamos encantados de ser una nación de Grand Slam, y ahora tenemos la oportunidad de jugar por un título».
El primer set terminó en un santiamén con Barty usando su experiencia y un servicio devastador para reclamarlo en solo 26 minutos.
Keys, que jugaba en su primera semifinal del Abierto de Australia desde 2015, tuvo problemas para comenzar el partido, pero se opuso en el segundo set. Barty quien tuvo el control total de principio a fin.
La multitud australiana rugió después de que Barty golpeara el tiro ganador en el punto de partido mientras la veían convertirse en la primera australiana en llegar a la final individual femenina en este evento desde 1980.
Y Barty tampoco estará muy cansada. Solo ha pasado poco más de seis horas en la cancha durante el primer Grand Slam del año y nunca se ha visto en problemas. Pero no podrá dar por sentada la final dada la forma de su rival.
