Fotografía: cortesía
Ivana Balabanova, maestra, coreógrafa y bailarina profesional de danza contemporánea, nacida en Macedonia del Norte, visitó la capital mexicana con el fin de participar en el IX Festival Internacional de Danza de la Ciudad de México (FFIDCDMX), encuentro donde presentó Code #9, espectáculo que con una óptica minimalista, reconoce el poder transformador de la oscuridad y la luz, mediante una coreografía. La puesta en escena fue ejecutada el domingo 11 de agosto al interior del teatro Raúl Flores Canelo, espacio perteneciente al Centro Nacional de las Artes (CENART), en el marco del XXX aniversario del recinto citado previamente. Experiencia que resultó por demás espléndida para la artista.
Aunque breve fue el lapso de la estadía en el CENART, resultó suficiente para entender su valía, al percibirlo como la cuna de futuros artistas, donde obtienen conocimientos significativos en el desarrollo de sus carreras. Colmada de hermosura ha sido la idea de originar un contexto para la educación y el crecimiento artístico en un área maravillosamente planificada artística y arquitectónicamente, destacó Ivana, quien en esa misma línea, acentuó cómo el teatro Raúl Flores Canelo es una de las capacidades del complejo, proporcionando un escenario de alto nivel para actuaciones. En verdad, dichosa estaba por haber interpretado allí.
Ser bailarina profesional o trabajar en el arte conlleva una serie de desafíos, algunos derivados de la situación precaria de los artistas, otros tienen relación con la persona creativa y su necesidad constante de crecimiento y transformación. Si pudiera elegir cuál es su mayor reto, diría que luchar consigo misma y gestionar su propia mente; al apuntar siempre hacia lo alto, solía desapreciar las alternativas. Por ahora está situada en un proceso de autodescubrimiento, aprendiendo de sus desaciertos y enredos.
Ivana trajo a la memoria sus inicios, comenzó a temprana edad, se inscribió en clases de danza y asistía después de su turno en la escuela primaria. Todavía recuerda la profunda emoción generada en aquella niña, por el hecho de acudir a estas sesiones, aunque penosamente fueron canceladas después de dos años. Entretanto, matriculada en la escuela secundaria halló su amor por la fotografía, a la par, cantó en un coro durante casi un lustro, empero, durante el segundo año de secundaria volvió a encontrarse con la danza, pasó a formar parte de un centro dancístico local, donde enfocada seriamente en bailar, llegó a involucrarse en competencias, derivado de lo anterior, rápidamente creció su valor en el mundo del baile callejero.
Su amor por el movimiento siempre ha sido fuerte, al mismo tiempo disfruta practicar otras disciplinas artísticas, pese a ello, decidió estudiar Economía a los 18 años. Parecía haber elegido una dirección profesional diferente, no obstante, como es una mujer emprendedora, paralelamente daba lugar a un espacio de danza propio, llamado Centro Cultural Beatrix, el cual funciona hasta hoy. Allí ha combinado sus conocimientos relativos a la danza y la capacidad empresarial, con el firme objetivo de establecer plataformas educativas capaces de afirmar bailarines en la comunidad artística de Macedonia del Norte.
Sus sueños se hicieron más grandes y el amor por la danza todavía más potente, ha logrado desarrollar muchas plataformas importantes con Beatrix; al presente, acumula diez ediciones de la Beatrix Dance League, encuentro convertido en un Festival Internacional de Danza, apto para utilizarse como hogar por artistas provenientes de Alemania, Italia, Francia, España, Suiza, Estonia, Estados Unidos, Reino Unido, la península balcánica, etc. También exponen el foro Beatrix Specials para ofrecer baile gratis y clases dirigidas a la comunidad local de danza.
En los últimos años han logrado establecer la VADA (Virtual American Dance Community) en colaboración con la Embajada de Estados Unidos; y, la comunidad dancística Tanz.Transformator – Reimagining Our con la Embajada de Suiza en Macedonia del Norte; el propósito consiste en brindar empleo a bailarines profesionales.
Optó por estudiar un grado superior en danza contemporánea, así sacaría ventaja del presente favorecedor y su creciente apasionamiento por la creación artística. Aunado a lo anterior, la experta remarcó la intención por ampliar su creatividad, necesidad emergida a partir del vasto trabajo ejecutado en el panorama cultural. Al presente, se dice entusiasmada por la continuación de sus estudios y haberse mudado a la capital suiza, donde realizó su Máster en Coreografía por la Universidad de las Artes de Zurich. Allí integraba un bloque de tres becarios distinguidos por su excelencia académica, quienes habían superado una férrea competencia con miles de estudiantes por esa oportunidad, única vía útil para el cumplimiento de las metas establecidas por Ivana, quien no eligió el arte como carrera, por el contrario, ella dice haber sido preferida por esa expresión de la actividad humana, al haberla acompañado en su entorno desde la infancia. Sus abuelos, padres y demás familiares la respaldaron para generar vínculos con el arte y apreciarle. Más tarde se visualizaría como artista y no se detuvo, ama el arte porque le acerca, tanto al redescubrimiento de sí misma y de otras personas, como al de tanta belleza ubicada en el mundo, además, le permite entender de mejor forma el dolor.
Bailarines y coreógrafos trabajan en el mismo campo, la curiosidad y amor por la danza constituyen un punto en común, acentúa la histriona, al señalar cómo en la mayoría de los casos, coreógrafos están escondidos en el cuerpo de bailarines; y, cuando tienen la posibilidad, emergen, hacen uso de sus amplios conocimientos en la materia y, se tornan en increíbles creadores. Es posible que los coreógrafos nunca hayan practicado el baile profesional, pero en la mayoría de los casos, los mejores coreógrafos son ex bailarines. Además, resulta factible hallar otras similitudes en los aspectos generales de este campo artístico: devoción, disciplina, interés en la exploración interna y externa, amor por el movimiento; y, capacidades de memoria, etc. Como amante del canto y la música, trabaja estrechamente con su colaborador; el profesor y compositor Alessandro Olla, e identifica un proceso bastante similar entre ser coreógrafo y músico, aunque la salida podría ser diferente, no obstante, la imaginación interna es un proceso de sincronicidad y capacidad traducida en notas o movimiento, el resultado se escucha o ve, según sea el caso.
Cada parte del proceso de creación es igualmente significativa, desde el inicio, una idea echa raíces en el interior a través de la planificación, gestión, exploración artística, colaboración, hasta llegar a su materialización artística mediante una puesta en escena. La chispa de entusiasmo sentida dentro de su cuerpo cuando surge una idea y descubre las posibilidades en el escenario, así como el proceso de transferencia de ésta, sobre los cuerpos de otras personas y la capacidad de generar intercambios, es el aspecto de mayor significado para la maestra, quien en relación al cuerpo como instrumento, o cuerpo sonoro, considera interesante explorar y liberar de la censura a los sonidos de nuestros cuerpos. Así se origina una especie de escape para las voces retenidas dentro de nosotros. Como mujer, y viniendo de una sociedad patriarcal, remarca la trascendencia de hablar con sus sonidos corporales y déjalos fluir.
Acerca de cómo expresa los conceptos en sus creaciones, se mostró lamentosa, por dar respuesta a una pregunta bastante difícil. Ya que la pieza es la contestación, pero cada una es diferente. Si supiera cómo, no necesitaría investigar. Todo proceso abre perspectivas, motiva distintas posibilidades y oportunidades, también conlleva desafíos. Ahí es donde encuentra tanto la alegría como el obstáculo. Entonces, básicamente, el objetivo de cada próxima creación es hallar exactamente cómo puedes expresar
el concepto a través de, permítase ser redundantes; tu creación. Siempre una historia es contada a través del movimiento con honestidad, escuchándose a uno mismo y a los demás.
En otro punto, realzó el significativo cúmulo de hermosos recuerdos atesorados después de haber finalizado su gira por México, Berlín y San Petersburgo durante un verano muy largo. Ahora planea involucrar un dúo en la escenificación de su obra Liminal Body, con la finalidad de representar una versión distinta dentro del Teatro Lichthof de Hamburgo en noviembre. Asimismo, continúa trabajando en una nueva pieza interdisciplinaria para el proyecto de maestría del compositor Paul en ZHdK. Simultáneamente, alista su próxima exhibición de Marina Abramovic en el Kunsthaus Zurich; y, de forma paulatina, enraíza su nueva creación en solitario. Como recientemente ha delegado responsabilidades en el Centro Cultural Beatrix a algunos de sus antiguos alumnos y colegas, está dando forma a un programa que priorizaría la comunidad dancística profesional. Y gradualmente, empieza a construir su vida en Suiza.
En relación a su tour por nuestro país, Ivana exhibió profunda sinceridad al afligirse por no haber conocido a la comunidad de danza local. Debido a que los días estaban contados y únicamente pudo visitar algunos sitios arqueológicos y lugares de vital relevancia para la cultura mexicana. Sin embargo, percibe una escena no muy diferente a la de su país, el panorama de la danza contemporánea también tiene dificultades para obtener el apoyo financiero e institucional necesario, con el fin de implementar modelos de trabajo sostenibles y prometedores. Le parece evidente que artistas locales e internacionales luchan por alcanzar los fines de sus generosos esfuerzos, en ambos países necesitan apoyo para financiamiento, gestión de sedes y aspectos de otra índole. No obstante, México y Macedonia del Norte reúnen mucho talento para manifestar una gran pasión y amor por la danza.
Tan pronto consiga establecerse en Suiza, Balabanova tiene la meta encauzar su energía para convertirse en un factor importante de la comunidad, y al mismo tiempo seguir alimentando sus ideas artísticas. Mientras tanto, continuará trabajando con dedicación en el mejoramiento de la danza contemporánea profesional dentro de Macedonia del Norte, con la esperanza de institucionalizarla; y tal vez algún día, establecer la primera compañía de danza contemporánea financiada por el gobierno.
La Mtra. Balabanova hizo saber que la información asociada con su quehacer artístico puede consultarse en su sitio web:
y canales de redes sociales @skrozbala en Instagram e ibalabanova en Facebook. Los trabajos publicados en Vimeo y Youtube, es posible hallarlos al buscar el nombre de Ivana Balabanova
Para concluir su intervención, hizo resaltar que hasta ahora, la más significativa lección aprendida dentro de su carrera artística profesional, radica en cómo ser una mejor persona, auténtica, capaz de perdonarse y disculpar a los demás; pero lo más relevante, creer siempre, perseverar y mantener la fe.
