Yvonne Moriel, saxofonista austriaca galardonada con el Austrian Jazz Prize, brindó una interesante presentación con el cuarteto Yvonne Moriel: Sweetlife, durante el primer día de actividades del 28 Eurojazz en el Centro Nacional de las Artes (CENART).
Al respecto, Yvonne, destacó la trascendencia de tener mucha libertad en la música, con el firme objetivo de que sea factible plasmar en ella lo sentido en cada momento. Bajo esta tesitura, precisó que resulta por demás significativo contar con diversos aspectos trabajados en su música, sin embargo, le resulta de suma utilidad dejar espacio para la improvisación, y así puedan tener la libertad de interpretar. Piensa que de esta manera es posible hacer de cada presentación un lugar para vivencias únicas, y se logre transmitir los sentimientos emergidos en el instante. Sin duda es uno de los aspectos más valiosos a la hora de ejecutar su música.
Yvonne se dijo encantada de conocer un repertorio musical muy vasto, involucrando una diversa cantidad de estilos, le fascina combinarlos todos; y, a partir de ahí, crear algo nuevo. Se interesa en demasía por conocer distintos tipos de música, espera que la gente pueda escucharlos y sentirlos en su interpretación.
Ocasionalmente, solo necesita de un espacio donde pueda concentrarse y ser creativa, sin tener demasiadas cosas en la mente al componer música y concentrarse en el trabajo. No obstante, para ella toma una vital relevancia que cuando tenga una idea, sea grabada inmediatamente, así será posible recordarla. Con este propósito, siempre tiene su teléfono en la función de notas de voz; a veces es únicamente un compás, una melodía o un ritmo. Yvonne tiene una carpeta donde guarda esas pequeñas ideas para después trabajarlas en un período creativo más concentrado.
Para finalizar su intervención, dijo que aún no compone música para algún proyecto cinematográfico, aunque le encantaría musicalizar una película, incluso, una película muda.
