Querétaro, Qro., a 3 de noviembre de 2025.– El avance del proyecto Tren México–Querétaro marca un punto de inflexión en la movilidad regional. Aunque este proyecto representa una alternativa colectiva de transporte de largo alcance, su integración con la estructura urbana y la red de movilidad local plantea retos significativos en materia de seguridad vial, sostenibilidad ambiental y accesibilidad. Hasta el momento, no se ha presentado públicamente -por ninguno de los 3 niveles de gobierno- un plan integral de conexión urbana por parte de las autoridades municipales o estatales.
● Colectivos de movilidad sostenible ven como viable la ubicación de la estación rápida en zona céntrica de la ciudad. Urgen a que se construya sin invadir ninguna de las secciones del Parque Alcanfores, priorizando accesos de transporte público y se desarrollen instrumentos de gestión urbana y captura de plusvalías.
● Gobierno del estado debe garantizar que nueva infraestructura (acceso a estaciones, zonas inferiores demoliciones de puentes) o rehabilitaciones (Carretera Estatal 200) se realicen de acuerdo a normativa de seguridad vial.
La seguridad vial como eje de la conectividad
Un principio básico de movilidad segura es garantizar accesos peatonales y ciclistas protegidos hacia las estaciones, evitando que la operación ferroviaria genere nuevos puntos de riesgo vial. Sin embargo, la planeación actual no ha definido los mecanismos que asegurarán entornos seguros, multimodales y accesibles.
De no abordarse de manera anticipada, existe el riesgo de que los accesos a las estaciones dependan casi exclusivamente del automóvil particular, reproduciendo problemas de congestión, inseguridad vial y desigualdad en la movilidad.
Casos como la ciclovía de la Carretera Estatal 200, cercana a la futura estación principal, evidencian la necesidad de coordinar obras y mantener la infraestructura existente para garantizar continuidad y seguridad para todos los modos de transporte.
El componente ambiental: compensación y resiliencia urbana
Las labores de ampliación y limpieza del derecho de vía implican la remoción de vegetación en distintos tramos. Aunque las obras se desarrollan dentro de áreas federales autorizadas, aún no se ha hecho pública una estrategia de reposición o mitigación ambiental que asegure la conservación de masa vegetal y la compensación de emisiones.
La incorporación de medidas de infraestructura verde y reforestación urbana no solo mitigaría los impactos ecológicos del proyecto, sino que también fortalecería la resiliencia ambiental y la calidad del aire en las zonas metropolitanas de Querétaro.
En años recientes, Querétaro había concertado la transformación de los espacios de derecho de vía y de patios de maniobras hacia el objetivo de conservar e incrementar las áreas verdes de la ciudad, incluso contemplando parques lineales. Es totalmente posible compaginar los objetivos de movilidad regional con los ambientales, respetando el espíritu de los andamiajes jurídicos actuales, pero es cuestión de establecer los instrumentos locales necesarios.
Planeación y equidad: el valor del suelo como oportunidad colectiva
La llegada del tren generará transformaciones urbanas y económicas en torno a las estaciones. Es previsible un incremento en el valor del suelo y en la actividad inmobiliaria en las áreas colindantes. Sin una regulación clara, estos procesos pueden derivar en gentrificación y desplazamiento de comunidades, afectando el tejido social existente.
El reto entonces está en desarrollar instrumentos de gestión urbana y captura de plusvalías que redistribuyan los beneficios de la inversión pública, destinando recursos a vivienda asequible, espacios públicos y equipamiento urbano que fortalezcan la movilidad inclusiva.
Planeación anticipada: condición para una movilidad segura y eficiente
Actualmente no se han publicado estudios locales de impacto urbano o movilidad vinculados al Tren México–Querétaro. La falta de coordinación intergubernamental puede traducirse en intervenciones reactivas, con altos costos económicos y sociales.
Desde la perspectiva de movilidad segura, la planeación previa es clave para:
● Garantizar accesos seguros para peatones, ciclistas, usuarios de transporte público;
● Evitar incrementos en la siniestralidad vial;
● Integrar las estaciones con los corredores existentes de movilidad sustentable; y,
● Prevenir impactos ambientales no compensados.
Contar con un plan maestro de movilidad multimodal permitiría maximizar los beneficios del tren y reducir riesgos a largo plazo.
El Tren México–Querétaro puede convertirse en una pieza estratégica dentro de un sistema de transporte sustentable para el Bajío. Sin embargo, su éxito dependerá de la planificación anticipada, la transparencia en la información y la coordinación entre niveles de gobierno. Las decisiones que se tomen hoy definirán si este proyecto contribuye a una movilidad más segura, equitativa y sostenible para Querétaro.
