Thibault Barrère, pintor francés, quien estudió en Angel Academy of Art, presenta «Finis Gloriae Mundi» en el Museo de Arte de Querétaro. Los sábados 14, 17 y 21 de enero pintará en vivo, mientras conversa con el público asistente. Hay dos horarios a elegir cada sábado, el primero de 12:00 a 14:00 hrs., y el segundo de 16:00 a 18:00 hrs. Su estilo figurativo-realista está muy inspirado en la estética barroca, pero no es considerado barroco por ser arte contemporáneo.
Para Thibault, resulta por demás significativo tener todas las herramientas que le permitan comunicar eficientemente lo que debe; narrar emociones o historias. Su proceso da inicio con bocetos muy sencillos y abstractos; sin detalles, los cuales, parten solo de elementos y contrastes; posteriormente, añade formas geométricas, y elabora varias propuestas que le conduzcan a una correcta toma de decisiones.
En la etapa mostrada en imágenes, ya eliminó varios personajes, al considerar que para esta escena requería menos cantidad de ellos; ya hay una relación entre todos, y es posible generar comunicación en la obra para que sea percibida visualmente. El creativo comienza a establecer sus elementos y definir planos principales; por ejemplo, la mano es vista en plano superior, inferior y lateral, no hay detalles, solo especifica como interactuarán las figuras. Más tarde se adentrará en los detalles de cada grupo importante. Posteriormente se involucra en las poses y emociones de los personajes.
A partir de estos bocetos ya seguirá la composición. Thibault jamás trabaja copiando de fotografías, solo emplea como bases, tanto a su pensamiento como modelos. En las ilustraciones se puede observar como el artista elaboró dos bocetos de los grupos más relevantes, en uno de ellos se ve la Santísima Virgen.
Cuando se encuentra satisfecho con la anatomía y contrastes pasará a la composición, aquí deben funcionar e interactuar sus personajes. Acto seguido, deberá inmiscuirse de mejor forma en el contraste; y, pasará al segundo plano.
Después pasa a un boceto del tamaño real de la pintura, en este paso definirá cómo será la interacción entre personajes y ambiente. Como se aprecia en la imagen, Thibault añadió un árbol. Ahora cuenta con varias opciones de color y diferentes paletas. En este punto, se considera de suma importancia mencionar que, el color, puede generar diversas atmosferas.
Poco a poco busca soluciones y la que resulte más conveniente será desarrollada. Hay investigación, estudios y mejora continúa detrás de cada obra. Hay bocetos que tienen diversos fines, unos solucionan aspectos vinculados al color, otros a la anatomía, etc, pero todos son relevantes. Algunas pinturas tuvieron procesos de bocetos de 2 semanas y el producto final estuvo en 5 días; por tal motivo, entre más herramientas tenga y más especifico sea, fluirá mejor el trabajo.
Durante las sesiones, Thibault trabaja en su obra «La reposición de Cristo». En este punto, se mencionó que Thibault aparece en el cuadro porque suele ubicarse en sus obras, no siempre con la intención y mucho menos por vanidad. Simplemente en ocasiones no cuenta con modelos suficientes, además de que se conoce muy bien .
«La muerte es el deseo de algunos, el alivio de muchos y el fin de todos», frase del filosofo; Lucius Annacus Seneca, que se hace notar en la exposición de Thibault.
«Vanias II», es una obra que da seguimiento al mismo sentido que la mostrada anteriormente, esta pintura renueva los objetos y la plata, exhibiendo una composición clara, llena de luz y con cuerpos traslúcidos que buscan transmitir un sentido de belleza y fragilidad.
«Réquiem», obra realizada en óleo sobre yute (2022), exhibe notas musicales en forma de pinceladas; y, busca ser una representación gráfica de las composiciones musicales conocidas, permítase ser redundantes, como réquiem, utilizadas para enaltecer eventos litúrgicos y con una dimensión meditativa e introspectiva, pero sobre todo humana.
«Las Hespérides», creación de Thibault en Óleo sobre yute (2022), que muestra ninfas guardianas del mítico jardín de la diosa Hera y de los tesoros que ésta guardaba. Algunos dicen que estas criaturas eran la encarnación física de los dones que ofrecían las manzanas doradas, Hijo de Atlas, según algunas versiones, quien engañado por Heracles, toma las preciadas frutas a cambio de su labor de sostener el cielo. En esta pintura la Hespéride central mira recelosa a todo aquel en cercanía, preparada para defender los deseados bienes que protege.
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