«La historia constitucional de México es un camino que inicia con un movimiento armado, con un estallamiento, con un reclamo airado de justicia social», hizo notar Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, presidenta del Senado de la República, al inicio de su oratoria durante la ceremonia conmemorativa del CV Aniversario de la Constitución Política de 1957.
Sánchez Cordero Dávila acentuó que durante siglos el anhelo de justicia social por parte de la gente no encontró confluencia de voluntades en los poderes públicos, pero hoy es el centro de las acciones del gobierno que encabeza el presidente de México; Andrés Manuel López Obrador.
La extitular de Secretaría de Gobernación del gobierno de México; se dijo honrada por asistir a la conmemoración de a promulgación de este documento histórico, político, jurídico que nos une como nación: y, enaltece los valores republicanos, dentro un sitio histórico como el Teatro de la República. Durante su intervención hizo resaltar lo siguiente: «Respetando la Constitución, los tres poderes de la unión están hoy empeñados en atender ese anhelo de justicia social, poniendo en el centro del ejercicio del poder a las personas, a su dignidad, a través de la promoción, protección, respeto y garantía de sus derechos y el respeto a los límites constitucionales al ejercicio del poder político».
La Constitución es un documento vigente por su identidad y reconocimiento social, pero el cumplimiento de sus preceptos, tanto por parte del poder público como de las y los ciudadanos la mantiene viva. Como presidenta del Senado de la República; Sánchez Cordero Dávila, refrendó su lealtad, fidelidad, y respeto irrestricto a nuestra Constitución. Toda vez que, entiende que el ejercicio del poder sólo se entiende, de ser llevado a cabo con dignidad, honorabilidad, honestidad y justicia social.
Para concluir su discurso; Olga Sánchez Cordero, de manera literal citó lo escrito a continuación: «Así se ha entendido el ejercicio del poder en este gobierno, porque se dignifica la vida pública, porque ese ejercicio y en este ejercicio se fortalece el Estado de derecho y se fortalece la democracia, así lo ordena el documento fundacional del Estado que permite a los poderes públicos ejercer sus atribuciones en un marco de competencias en el que no pueden suplantarse las del uno con las del otro, así lo ordena la Constitución de 1917, cuya vigencia el día de hoy venimos a confirmar, porque la Constitución hay que conocerla, hay que cumplirla, hay que acatarla y hay que obedecerla».
