La Secretaría de Salud del Estado de México informó desde esta tarde que el doctor Rogel Romero sería sancionado por el órgano de control interno de la dependencia.
José Rogel Romero, director del Centro Médico «Lic. Adolfo López Mateos» en el Estado de México, fue separado de su cargo temporalmente luego de que propuso aplicarles la vacuna contra la COVID-19 a sus familiares.
El doctor fue separado del cargo mientras el órgano Interno de Control y de Contraloría General del Estado de México realiza investigaciones por el caso, informó esta noche el Vocero del Gobernador de la entidad.
«El doctor José Rogel, director del Centro Médico, Adolfo López Mateos, se ha separado del cargo temporalmente para ponerse a disposición de las investigaciones del Órgano Interno de Control y de Contraloria General del Estado de México @ContraloriaGEM», informó en su cuenta de Twitter.
La Secretaría de Salud del Estado de México informó desde esta tarde que el doctor Rogel Romero sería sancionado por el órgano de control interno de la dependencia.
Detalló que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tendrá ninguna responsabilidad por la decisión que tomó el doctor.
«La denuncia de este caso se hizo pública la mañana del pasado 29 de diciembre y por la tarde, esta dependencia de salud fijó su postura en la que se dijo que se había incurrido en un error por parte de un proveedor del IMSS y que esto ocasionó la falla en las personas que recibieron la vacuna», detalló Secretaría de Salud de Edomex en un comunicado.
Por la mañana, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que ya se abrió una investigación sobre el caso de la familia que recibió la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech en un hospital de Rayón, en el Estado de México, pese a que actualmente sólo se aplican las dosis al personal de salud de los hospitales que atienden a pacientes con el nuevo coronavirus.
Por su parte, Zoé Robledo, director general del IMSS, llamó a directivos del sector salud a evitar que el «influyentismo» y personas «gandallas» obstaculicen la vacunación a trabajadores de la primera línea de atención a la emergencia por COVID-19; el funcionario alertó que al identificar algún caso se realizarán investigaciones.
«Debemos garantizar que nadie se salte la fila, que no haya gandallas, que no haya influyentismo. Ya han llegado algunas denuncias y las estamos investigando y, que quede claro, nadie que no sea personal de salud atendiendo a COVID-19 en la primera línea debe de ser vacunado en esta primera etapa», mencionó en conferencia.
Expertos han expresado su preocupación ante la posibilidad de que robos, actos de corrupción o la falsificación de fármacos pueda afectar el proceso de vacunación en el país.
En este caso, aunque el Ejército estaba a cargo del lugar, parece que hubo un error en el sistema de citas para aplicar la dosis, que tiene que usarse rápidamente después de que es descongelada.
México ha recibido unas 53 mil vacunas de la farmacéutica Pfizer, el único fármaco que cuenta con autorización para su uso masivo en el país.
Tiene previsto recibir un total de 1.4 millones de dosis hasta finales de enero de 2021 aunque, además, están en marcha varios procesos paralelos para autorizar y comprar otras vacunas.
Hasta el momento, el Gobierno de México es quien controla todo el proceso que prioriza a los trabajadores de la salud y luego irá inmunizando a la población en general, de los más ancianos a los de menos edad.
Dada la complejidad para el transporte de este primer fármaco, el presidente encargó a las fuerzas armadas su distribución.
El Ejército ha tenido un papel creciente en los dos años de administración de López Obrador y, además de las labores de seguridad, cultiva viveros, reparte ayuda, gestiona hospitales y es el encargado de construir algunos de los proyectos de infraestructura más grandes de este gobierno.
En la principal base militar de Ciudad de México, la mayor Alicia Juana Cornelio Mateos explicaba el miércoles que en ese enclave se vacuna a las personas enlistadas en un documento que les hacen llegar las autoridades civiles.
No obstante, asegura que llega gente sin cita a la que tienen que decir que no.
Cornelio Mateos consideró que hay mucha expectativa por la contingencia que se vive actualmente en la Ciudad de México, donde los hospitales ya están al 89 por ciento de su capacidad.
«Eso causa temor, causa miedo», dijo.
Sin embargo, garantizó que el Ejército está actuando con imparcialidad y aseguró que los únicos militares en el lugar el miércoles eran los de seguridad y los que estaban vacunando a otros trabajadores de la salud.
«Aquí no hay ninguna preferencia», afirmó.
México tiene confirmados más de 1.4 millones de contagiados y al menos han fallecido por COVID-19 unas 124 mil personas. La capital y el Estado de México, la región que la rodea, concentran más de 463 mil casos.
MS.